Para las gentes del Tolima, el mes de Junio es sinónimos de fiestas y jolgorio, que va muy de la mano del fervor católico, y con ello se va el arribo de miles de turistas que llegan con la expectativita de encontrar un territorio ambientalmente saludable.
Lejos de las notas musicales, rajaleñas, rabo e´gallos. Pochos y sombreros, cada tolimense tiene el deber de cuidar y conservar los recursos naturales, especialmente el hídrico.

Cortolima en su propuesta institucional donde “todos somos vigías” invita a propios y extraños a evitar contaminar el territorio para evitar deteriora nuestro entorno, depende mucho de la actitud y actuación para reducir el impacto ambiental que se produce particularmente en esta época del año.

