Redescubrir el activo ambiental e histórico de la expedición botánica adelantada por el gaditano José Celestino Mutis fue la excusa perfecta para adelantar la sexta caminata ambiental promovida por CORTOLIMA.
Las ruinas de la “Real Minas del Sapo” ubicada en el municipio de Valle de San Juan fue el punto de llegada de un grupo de caminantes que decidieron participar en éste recorrido ambiental, entre los que se contó con la primera gestora social del departamento María Elsy Morales, Jorge Enrique Cardoso director de CORTOLIMA, el Alcalde anfitrión Bernardo Peláez, Concejales, ambientalistas, sociedad civil y amantes de la naturaleza.
Antes de iniciar con el recorrido los caminantes visitaron la finca de la familia Rodríguez en la vereda Capote del Valle de San Juan, donde reposan textos históricos relacionados con la expedición botánica y material fotográfico de flora y fauna que se tiene en esta parte del Tolima. Asimismo, se hizo una breve explicación sobre las características ambientales históricas que tiene la “Real Minas del Sapo”.

Pese a las altas temperaturas, los caminantes llegaron hasta donde el sabio José celestino Mutis de manera preliminar, inició con la selección de especies de flora que eran enviadas hasta España. Es de anotar que según historiadores del municipio, éste lugar fue el punto de partida para comenzar con la expedición botánica.
Durante el recorrido se pudo observar un gran activo ambiental consisten en una importante oferta hídrica y extensión del bosque seco tropical. Sin embargo, el director de la corporación autónoma Jorge enrique Cardoso señaló que “ciertas malas prácticas pueden poner en riesgo la continuidad y servicios ambientales que prestan los ecosistemas”.

Al término de la caminata un poco extenuados pero con otra visón ambiental, los caminantes felicitaron a la corporación por esta iniciativa que renuevan el espíritu y afianzan el sentido de pertenecía ambiental por el territorio.
Real Minas del Sapo
Situada a 13 kilómetros de la cabecera municipal por carretera destapada, es considerada una gran obra de ingeniería española construida para el tratamiento de minerales como el oro y la plata de 1777 a 1783 durante la real expedición botánica del nuevo reino de granada vivió allí el naturista y médico español José Celestino Mutis quien se dedicó al estudio de la flora y fauna regionales habiendo tenido la oportunidad de reportar y describir minuciosamente, 420 especies de plantas y más de 80 especies de animales. En 1819 fue abandonada y solo se volvió a tener noticias de ella en 1887.


