La siembra de 50 árboles de la especie Chicalá, Ocobo, Gualanday y otros frutales por parte de las esposas de los magistrados y Consejeras de Estado, se convirtió en la mejor experiencia para los niños y niñas de la institución educativa Nueva Esperanza de la Palma ubicada en la vereda Buenos Aires de la ciudad de Ibagué. Esta siembra de árboles desarrollada con los estudiantes, es la primera práctica que realizan las integrantes de la fundación APOYEMOS, pese a la larga experiencia de actividades sociales en beneficio de las comunidades menos favorecidas del país.
CORTOLIMA como máxima autoridad ambiental del Tolima; garante de esta iniciativa de carácter socio-ambiental, aportó la logística, material vegetal y asesoría técnica, para que la siembra de las especies arbóreas logre el objetivo trazado por todos.
Esta organización cultural y social de la jurisdicción contenciosa administrativa tiene como objetivo fomentar en la niñez el valor de conservar los recursos naturales; y con la siembra de estos árboles se pretende dejar un ejemplo de conservación. “Así como sus papitos les dan de comer, los cuidan, los ayudan… ustedes tiene que hacer lo mismo con estos árboles”, señaló Sandra Lisset Ibarra Vélez, Magistrada del Consejo de Estado, durante el acto de siembra de los árboles, apoyado por CORTOLIMA.

Durante la siembra, cada ilustre visitante fue acompañada de estudiantes y ambos apadrinaron un árbol, con el compromiso de conservarlo y cuidarlo. Así mismo, el director de la entidad ambiental, Jorge Enrique Cardoso se comprometió amparar los árboles con el apoyo de la población educativa.
La Fundación Apoyemos desarrolla e implementa programas, planes y proyectos, tendientes a mejorar las condiciones de vivienda, capacitación, educación y prevención de personas de escasos recursos económicos, dando prioridad a la mujer cabeza de familia y a los niños de sectores populares.


