El corregimiento de Payandé en el Municipio de San Luis es protagonista frente al ahorro y uso eficiente del recurso hídrico, gracias a un grupo de caficultores que a través de su Proyecto Ciudadano de Educación Ambiental -PROCEDA- se han convertido en ejemplo para la región en la implementación de alternativas de uso y re-uso del agua, aprovechamiento de residuos orgánicos y preparación de bio-preparados, todo esto como una estrategia de mitigación y recuperación de la Microcuenca El Cobre.
Este proyecto que apoya CORTOLIMA en convenio con la fundación FUSAMTO, nació de la preocupación de la comunidad de las veredas Porvenir y Salitre por la contaminación que generaban más de 50 cafeteros en el proceso del beneficio del café sobre la quebrada El Cobre; y quienes con su empeño transformaron esta problemática en una oportunidad de cambio que trajo como solución el diseño e instalación de biofiltros que retienen los sólidos generados en el descerezado del café, lo que permite reutilizar el agua del lavado, así como aprovechar el mucílago de este grano para la producción de humus sólido.

“Nosotros somos una vereda seca, no tenemos acueducto; por lo tanto esa misma agua la reutilizamos de dos a tres veces para el lavado del café, entonces eso para nosotros fue muy importante. Nosotros estamos casi purificando el agua y una parte fue limpiar la quebrada y otra parte poder reutilizar esa agua en el mismo beneficio del café”. Señala con entusiasmo Don Dagoberto Ospina un líder cafetero vinculado al proyecto.

Por ahora son 20 las familias beneficiadas que están usando y reciclando alrededor de 300 litros de agua por lavado de café, lo que representa un ahorro total cercano a los 6000 litros de agua en cada lavado, ya que luego de pasar los filtros, ésta misma agua además de utilizarse para la limpieza del café, también se reutiliza en el riego de cultivos, hortalizas y pasturas, mitigando la descarga directa a la quebrada El Cobre.
Ese compromiso de la comunidad campesina de Payandé por proteger sus microcuencas y mejorar la calidad de la tierra sin afectar el ambiente, ha permitido que también se logre la implementación de una compostera y una bio-fabrica para la producción de abonos orgánicos líquidos y sólidos, lo que permite aprovechar la materia orgánica que se genera a diario, así como remplazar el uso de insumos químicos por el uso de bio-fertilizantes que aportan nutrientes naturales a los cultivos y mejoran las condiciones del suelo sin contaminarlo.

Más allá de ser un proyecto que motiva a proteger el ambiente con estrategias de Producción Más Limpia, el PROCAS que desarrolla este grupo de cultivadores de café representa una transformación de su manera de pensar y cultivar la tierra, un cambio que ha traído grandes beneficios a su calidad de vida, y que los hace sentir orgullosos de su trabajo y por lo que quieren ser ejemplo para otros agricultores, demostrando que sí es posible brindar un grano de café limpio mientras se aporta la protección de los recursos naturales que son su mismo sustento.

