Los animales silvestres nativos del Tolima regresaron a casa, un bosque seco tropical de la vereda Maracaibo, después de ser rehabilitados en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de CORTOLIMA,
y en la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres, URRAS, de la Universidad Nacional. Desde hace cinco años las dos instituciones labran lazos de cooperación en pro de nuestra fauna.
Exactamente fueron 20 loras Frente amarillas, cuyo nombre científico es Amazona ochrocephala: Catorce habían sido decomisadas por la Corporación y la Policía Ambiental en zona urbana del centro del Tolima, especialmente en Ibagué. Las otras seis, fueron decomisadas en Bogotá y llevadas al URRAS de la Nacional ya que por falta de cultura y compromiso con nuestra riqueza natural, son capturadas y llevadas ilegalmente a otras ciudades.
Afortunadamente, también en estos momentos disfrutan de su hábitat, cuatro Amazonas Amazónicas comúnmente conocidas como loras reales y una hembra de la especie Mono Nocturno cuyo nombre científico es Aotus lemurinusde, que había sido traficada a Cundinamarca.

Es muy satisfactorio hacer una liberación como ésta, resultado de un apoyo institucional con el grupo URRAS. Afortunadamente encontramos un ecosistema que cumple las condiciones para la supervivencia. Por supuesto, contamos con los permisos de la Secretaría de Ambiente de Bogotá ya que los animales, aunque son del Tolima, por falta de sentido de pertenencia hacia nuestra fauna fueron a parar a Bogotá" aseguró Eliana Moreno Médica Veterinaria Zootecnista de CORTOLIMA.
El proceso de liberación
Hacer la liberación de cualquier animal silvestre que por falta de conciencia humana haya querido ser amansado como mascota, no es una tarea tan sencilla como se cree. Según explicó Víctor Capurra, Biólogo de la Universidad Nacional, después de llevarlos al lugar escogido estratégicamente por los profesionales, en este caso un bosque seco tropical del Norte del Tolima, ya que cumple con las características de su hábitat natural, se hace una preliberación.
La preliberación es un proceso que dura aproximadamente 15 días, período en el que se les hace seguimiento para tener la certeza de que pueden sobrevivir perfectamente en el lugar.

En los primeros días, los biólogos y veterinarios encargados de verificar el proceso deben darles frutas, verduras y semillas de la zona. Poco a poco ellos empiezan a disfrutar de las condiciones del lugar en el que son liberados. En este caso, del valle del río Magdalena donde la temperatura es superior a 28 grados centígrados donde hay períodos muy cortos de lluvias y una cobertura boscosa que les permita encontrar refugio.
Poco a poco los animales olvidan los comportamientos y las costumbres adquiridas durante su largo cautiverio y llega el día en el que alzan vuelo o empiezan a correr para buscar su alimento y hacen refugio en las copas o en los tallos de los árboles. En este momento termina la tarea de los profesionales y ellos, empiezan otra etapa de su vida.
De todos modos, es muy importante mantener contacto permanente con los pobladores de la zona para asegurar la presencia de las especies.

Amazona Ochrocephalas: Es una lora bastante grande, de unos 36 cm de longitud, de color predominantemente verde, con un parche amarillo en la coronilla.
Amazona Amazónica: Las loras pertenecientes a esta especie tienen la frente y mejillas amarillas y los lados de la coronilla azules. Es la lora más pequeña de Colombia, mide entre 33 y 36 centímetros.
Una característica muy especial de las loras, es que forma parejas que permanecen unidas durante toda su vida. Incluso cuando se reúne en bandadas, los miembros de cada pareja se mantienen siempre uno cerca del otro. También, les gusta tomar baños de sol y de lluvia.
Las Loras no hablan, al estar en contacto con los humanos sólo repiten algunas palabras. En su vida silvestre sus sonidos forman un dialecto muy importante en la comunicación entre ellas.
Las loras descansan y pasan la noche en la parte alta de los árboles. En la mañana salen a buscar su alimento, volando largos trayectos a una gran altura.
Aotus lemurinus o Mono Nocturno: Los también conocidos como Morteja o Mico de Noche Andino, son animales nocturnos con picos de actividad después de anochecer y antes del amanecer. Viven en grupos familiares pequeños de entre 2 y 5 miembros que incluyen la pareja adulta y sus crías. Durante el día los grupos familiares duermen en troncos huecos, árboles cubiertos de lianas o matorrales densos.

Los monos nocturnos son animales muy esquivos ante la presencia humana por eso en la mayoría de los casos son raptados muy pequeños pues para capturarlos los cazadores matan a su madre.
La Corporación Autónoma del Tolima seguirá defendiendo los derechos de todos los animales silvestres pues la ley prohíbe su tráfico y comercialización.