120 familias del Sur del Tolima ya tienen en su patio, en su pedacito de tierra o en guacales, su propia huerta casera. Ahora, ellos tienen en casa alimentos sanos y nutritivos, sembrados y cultivados bajo técnicas de agricultura limpia.
Este cultivo de hortalizas orgánicas implementadas en Natagaima, Coyaima y Ortega, han sido fruto del trabajo entre profesionales de CORTOLIMA, de la Corporación Ambiente y Desarrollo, entidad con la que se firmó el contrato No. 67 de 2013, y la comunidad quienes desde el pasado mes de marzo se han dedicado a arar bien la tierra, han hecho semilleros, han trasplantado, regado y abonado.
Cultura ambiental
Un huerto urbano trae muchos beneficios al medio ambiente y a la salud. Por ejemplo, un huerto en casa ayuda a disminuir la temperatura en tiempos de calor y nos ayudará a consumir más vitaminas y minerales. Sin embargo, hay otro factor importante que se teje entorno a la agricultura urbana: la cultura ambiental y familiar.
Para Jesús Antonio Ascencio, de 57 años, quien por muchos años dedico su vida a cultivar café, ahora, la mayor parte del tiempo gira alrededor a su huerta, “Alrededor de la huerta se han integrado mis hijos y mis nietos. También, he vuelto a hacer lo que me gusta…he vuelto a recordar aquella época de juventud y hemos forjado en nosotros mayor consciencia ambiental” contó.
Además de la implementación de las 120 huertas caseras, la Corporación Autónoma Regional del Tolima instalará dos biofabricas en el Sur del Departamento: una en Natagaima y otra en Ortega para que los pobladores fabriquen allí abonos orgánicos y purines.

Nuestra meta
Al finalizar el 2013 la Corporación tiene como meta consolidar 3 núcleos en proyectos de agricultura urbana.” Este proceso es muy completo ya que se le brinda al participante talleres de agroecología, seminarios en manejo de pos cosecha, de empaque y hasta de emprendimiento” aseguró el Ingeniero forestal Antonio Patiño, interventor del proyecto.

“Soy campesino. Mantener mi huerta casera en el pueblo es volver a practicar lo que hacía en el campo. Ahora tengo en mi casa repollo, pimentón, tomate, habichuela y cilantro, todos sin químicos” dijo Cesar Tapiero Girón de 61 años quien hace parte de este proyecto piloto de agricultura urbana.
Es una experiencia muy bonita que requiere de mucha voluntad y responsabilidad. Ha llenado todas mis expectativas. Pues he mejorado mi alimentación y he aprendido a cuidar más el Planeta” comentó Miguel Ángel Chilatra Cárdenas.
