CORTOLIMA no baja la guardia en control del “Caracol Africano”

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La presencia en el Tolima del Achatina fulica o más conocido como caracol africano es un tema que no ha dejado de preocupar a las autoridades departamentales y nacionales, es por ello que CORTOLIMA en cumplimiento con lo establecido en la resolución 654 de 2011 del ministerio de ambiente adelantó en el 2014 una serie de actividades encaminadas a prevenir y capacitar a la comunidad en el manejo de esta especie.

Es así como la subdirección de calidad ambiental, durante la vigencia del año que terminó socializó este tema a la comunidad en general de los 47 municipios del Tolima, así como a la policía ambiental de diferentes municipios en el departamento, teniendo en cuenta que esta institución es quien atiende el primer llamado de la población.

Asimismo, teniendo en cuenta los reportes de la presencia del caracol, se desarrolló una campaña en las instituciones educativas que hacen parte del casco urbano de la capital tolimense, esto con el fin de que los y las estudiantes no contraigan enfermedades por la manipulación de esta especie.

En cada una de las actividades desarrolladas en el 2014, los funcionarios de CORTOLIMA explicaron a las personas; como identificar el caracol africano, medidas de prevención y control de la especie, el impacto que generan estas especies en el medio ambiente y la salud humana, así como también se les guió para que aporten en la mitigación del impacto que genera este animal.

Pese a que las personas son capacitadas en la identificación y acopio del Caracol Africano, en las primeras recolecciones siempre han estado presentes los funcionarios de CORTOLIMA y la secretaria de salud, una vez recolectados por la comunidad son entregados a la corporación quien se encarga de darle la disposición final a los animales la cual, de acuerdo a las directrices de la resolución 654 de 2011, se debe hacer con la incineración adecuada de la especie la cual se hace mediante la empresa Proyectos Ambientales.

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Acerca del Caracol Africano

El Caracol Gigante Africano fue introducido de manera premeditada al país, aun cuando desde la década de 1960 existía información de alerta frente a la especie, de hecho Brasil, desde finales de la década de 1990, ha generado múltiples comunicaciones sobre los riesgos sanitarios de la especie.

Es conocido como una plaga polífaga, que se alimenta de forma no selectiva de material vegetal y animal en descomposición, líquenes, algas y hongos y a pesar de ser una especie tropical, es capaz de sobrevivir en condiciones adversas, por lo que es una amenaza incluso para países con climas más fríos y secos, requiriendo medidas de manejo y control más exigentes. Así mismo, es capaz de aumentar rápidamente el tamaño de sus poblaciones, compitiendo con éxito con otros caracoles por el alimento.

El Caracol Gigante Africano es vector de nemátodos del género Angiostrongylus normalmente presentes en los pulmones de ratas, que pasa a los seres humanos al comer caracoles crudos o mal cocinados y que ocasionan en el humano y animales silvestres meningoencefalitis eosinofílica o la ileocolitis eosinofílica, ambas confirmadas en nuestro continente, por tal motivo se restringe el uso de la especie Caracol Gigante Africano para cualquier fin, así mismo se ordena impedir el fomento, comercio y cría en cautiverio de la especie.

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Cómo identificarlo


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Qué hacer si encuentra un caracol grande africana

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