Como cada año en esta época, al Cañón del Combeima ya empezaron a llegar bandadas de miles de águilas cuaresmeras. Estas majestuosas aves que en su travesía viajan desde Suramérica hasta territorio canadiense, llegan al Tolima atravesando el páramo de las Hermosas y hacen una estación en los bosques que crecen con las aguas del nevado del Tolima, para alimentarse en un corto periodo de cacería y recuperar la energía necesaria que les permita continuar con su viaje.
Más allá de brindar un espectáculo aéreo a pobladores y visitantes, esta ave rapaz de ojos grandes, con un pico de extraordinaria resistencia y que puede llegar a medir con sus alas extendidas hasta un metro y veinte centímetros, es en realidad un controlador natural de plagas. Insectos, ranas, serpientes, ratas, ratones y otros roedores que pueden ser perjudiciales para los cultivos y la salud humana, son controlados por esta ave conocida por los expertos como la Buteo swainsoni, con lo proporciona valiosos servicios ecosistémicos durante su estadía en nuestra región.

Aunque el Cañón del Combeima sea para esta águila un oasis de descanso, en los últimos años se ha convertido en el lugar de mayor peligro para su supervivencia durante la migración. La casa furtiva de la que muchas no logran sobrevivir y otras quedan indefensas debido a las heridas; la reducción de los bosques a causa de la tala indiscriminada, los incendios forestales y las quemas controladas; así como el uso de insecticidas y químicos en las actividades agropecuarias, son las tres principales amenazas a las que se enfrenta esta especie de gavilán por la falta de conciencia ambiental y respeto por la naturaleza en nuestro Departamento.

Para este año se espera que durante el mes de marzo, vuelen diariamente alrededor de 500mil águilas en cielo ibaguereño, por eso CORTOLIMA continua con su labor y campaña de educación ambiental en contra del maltrato a la fauna silvestre y hace un llamado especial para que la comunidad del sector se una en esta época de cuaresma para ayudar a proteger y preservar la vida de esta ave.

El compromiso de la Autoridad Ambiental también se refleja con la liberación de un águila cuaresmera que por aviso de la comunidad y el apoyo de la Policía Metropolitana de Ibagué, llegó al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre -CAV- luego de haber sufrido un episodio de fatiga. Allí expertos realizaron el seguimiento del caso y gracias al examen biológico que determinó que el animal de 250 gr y una longitud de 35 cm estaba en condiciones aptas para su vida silvestre, esta ave pudo retornar a la libertad y unir sus alas junto a la de miles que como ella vuelan hacia Canadá para reproducirse y anidar una nueva vida.

Finalmente desde la autoridad ambiental se invita a denunciar a quienes atenten contra la integridad de estas aves y demás especies silvestres de nuestro Departamento. Debemos recibir y acoger a las águilas cuaresmeras en nuestra región y mostrarle al mundo con orgullo, el privilegio de que sea el Tolima el hogar de paso elegido por esta especie, como un potencial para el desarrollo del avistamiento de aves y el turismo de naturaleza.
